El Liverpool arrancó enchufado a la Premier League 2018/2019 y este domingo goleó sin miramientos al West Ham por 4-0 en Anfield para colocarse como líder provisional de la liga.

El equipo de Jürgen Klopp fue un vendaval para los remozados 'Hammers' del chileno Manuel Pellegrini, que mostraron una falta evidente de acoplamiento después de haber incorporado en el mercado veraniego hasta nueve futbolistas.

Un doblete de Sadio Mané y los goles de Mohamed Salah y Daniel Sturridge dieron al Liverpool sus primeros tres puntos de la nueva temporada y mostraron al resto de la liga sus credenciales: estos 'Reds' van a por el título.

Klopp salió de inicio con dos de los cuatro refuerzos veraniegos -el guardameta Alisson (Roma) y el centrocampista Keita (RB Leipzig)-, mientras que Shaqiri (Stoke) y Fabinho (Mónaco) empezaron desde el banquillo.

El primer gol del curso en Anfield no tardó en llegar: apenas 19 minutos, el tiempo que tardó Keita en abrir a la izquierda, donde Robertson agarró el balón y lo puso en boca de gol para que Salah, máximo artillero de la temporada pasada, sólo tuviera que empujar. El 'faraón' empezó el curso como acabó el pasado: marcando.

Del West Ham no había noticias -un remate de cabeza de Balbuena que atrapó Alisson y poco más-, incapaces de superar el entramado de los 'Reds', que jugaron a placer y doblaron su ventaja en el tiempo de descuento de la primera mitad.

Esta vez fue Mané el que, en boca de gol, empujó al fondo de la red un centro desde la izquierda de Robertson que tocó en el segundo palo desde el suelo Milner.

El segundo de los de casa dejó muy tocado al equipo de Pellegrini, que terminó de hundirse en los segundos 45 minutos. Al poco de la vuelta de vestuarios, Mané subió el 3-0 al luminoso después de recibir en fuera de juego un pase entre líneas de Firmino y superar por bajo a Fabianski.

Daniel Sturridge, que había ingresado en el 87 por Salah, redondeó la goleada en el 88. Esta victoria, la número 500 del Liverpool en la Premier League.

EFE